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dc.contributor.advisorAguilera García, Concepciónes_ES
dc.contributor.advisorGil Campos, Mercedeses_ES
dc.contributor.advisorCañete Estrada, Ramónes_ES
dc.contributor.authorMartínez Jiménez, María Doloreses_ES
dc.date.accessioned2010-10-05T08:42:14Z
dc.date.available2010-10-05T08:42:14Z
dc.date.issued2010
dc.identifier.isbn9788469363997
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10396/3661
dc.description.abstractLa obesidad infantil supone la enfermedad nutricional más prevalente de los países desarrollados, aumentando su frecuencia de forma alarmante en las últimas décadas. El acúmulo lipídico, fundamentalmente en el tejido adiposo visceral, y la alteración en la expresión y secreción de diversas adipoquinas, favorecen un estado de inflamación crónica de bajo grado y de resistencia a la insulina (RI). Ambos procesos subyacentes a la obesidad, pueden incrementar el riesgo cardiometabólico o la presencia de síndrome metabólico (SM), en etapas precoces de la vida. El objetivo de este trabajo ha sido el evaluar la presencia y posibles correlaciones de biomarcadores de dislipemia, RI, inflamación y riesgo cardiovascular en niños obesos prepúberes, así como la presencia de SM, y su asociación con la ateromatosis y la enfermedad hepática grasa no alcohólica (NAFLD). Se seleccionaron 382 niños prepúberes distribuidos en tres grupos: 167 niños obesos, 72 sobrepesos y 143 normopesos. Cada grupo se trató de igualar según edad y género. Se realizó una historia clínica detallada, se midieron diferentes parámetros antropométricos y la presión arterial y se realizó una extracción sanguínea, tras un período de ayuno de 12 horas. En un subgrupo de pacientes se realizó una ecografía doppler carotídea (a 62 niños obesos, 11 sobrepesos y 29 normopesos) y una ecografía abdominal (a 55 obesos, 11 sobrepesos y 17 normopesos). La determinación analítica incluyó, además de los parámetros hemáticos, bioquímicos y hormonales generales, adipoquinas como la leptina, adiponectina y resistina, biomarcadores inflamatorios como la interleuquina-6 (IL-6), interleuquina-8 (IL-8), proteína C reactiva ultrasensible (PCR), metaloproteinasa-9 (MMP-9), mieloperoxidasa (MPO), factor quimioatractivo de los de los macrófagos de tipo 1 (MCP-1), factor de crecimiento hepatocitario (HGF), factor de crecimiento neural (NGF) y factor de necrosis tumoral-α (TNF-α), y biomarcadores de riesgo cardiovascular como la LDL-oxidada (LDLox), forma soluble de la molécula de adhesión celular de los vasos de tipo 1 (sVCAM-1), forma soluble de la molécula de adhesión intercelular de carácter inmunoglobulina tipo 1 (sICAM-1),selectina (E-Se), e inhibidor del factor activador del plasminógeno 1-activo (PAI-1 activo) y total (PAI-1 total). Los niños obesos prepúberes mostraron factores de riesgo para la misma en un alto porcentaje, así como un rebote adiposo precoz. El 13,2 por ciento de éstos cumplían criterios de SM. El perímetro cintura podría ser considerado mejor parámetro de riesgo cardiometabólico que el índice de masa corporal, debido a que aquel mide directamente la grasa visceral y se correlaciona con los diferentes criterios del SM. Se constató una relación gradual entre la obesidad, fundamentalmente central, y la hiperinsulinemia y RI. Los niños obesos presentaron con más frecuencia que el resto de grupos dislipemias como la hipertrigliceridemia e hipoHDLc. La obesidad infantil está íntimamente relacionada con la uricemia, proponiéndose como criterio definitorio a incluir en el SM. Característicamente, los niños obesos presentaron hiperleptinemia, siendo proporcional al porcentaje de tejido graso, e hipoadiponectinemia, además de niveles elevados de resistina. Asimismo, en los niños obesos se objetivaron niveles plasmáticos de todos los biomarcadores inflamatorios y de riesgo cardiovascular estudiados, incluida la tensión arterial, a excepción de la MTP-9, MCP-1, LDLox y sVCAM-1. Por tanto, la obesidad en niños prepúberes se asocia de forma precoz a la ateromatosis, demostrado no sólo demostrado por algunos de los anteriores biomarcadores, sino por el grosor de la capa íntima-media de la carótida, que muestra una tendencia a la superioridad significativa. Además, la obesidad infantil se asoció a NAFLD, constatando una correlación con la RI. Estos resultados indican que la obesidad infantil, fundamentalmente central, se asocia a dislipemia, RI e hipertensión arterial, que son los componentes clásicos del SM, así como con otros parámetros propuestos como la PCR, hiperuricemia y el NAFLD. Existe una íntima relación entre la obesidad infantil y la inflamación crónica subclínica y con diversos biomarcadores de riesgo cardiovascular que predisponen a Diabetes mellitus 2 y enfermedades cardiovasculares en etapas más tardías de la vidad.es_ES
dc.format.mimetypeapplication/pdfes_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherUniversidad de Córdoba, Servicio de Publicacioneses_ES
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/es_ES
dc.subjectRiesgo cardiovasculares_ES
dc.subjectBiomarcadoreses_ES
dc.subjectObesidad infantiles_ES
dc.titleEstudio de biomarcadores de inflamación y de riesgo cardiovascular en niños obesos prepúbereses_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises_ES
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES


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