Repercusión del proceso del parto en la salud sexual de la mujer
Impact of the birth process on the sexual health of women
Autor
Jiménez-Ruz, Andrea
Director/es
Hidalgo Lopezosa, PedroLópez Soto, Pablo Jesús
Editor
Universidad de Córdoba, UCOPressFecha
2021Materia
MujeresMaternidad
Embarazo
Parto
Puerperio
Salud reproductiva
Salud sexual
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Introducción. El periodo posparto conlleva una serie de cambios físicos y emocionales en la mujer, además de cambios a nivel de relación de pareja e interacciones sociales con amigos y familiares. La vida sexual después del parto puede verse afectada negativamente dando lugar a disfunción sexual, que a su vez puede impactar en la salud física y psicológica de la mujer y la pareja. La prevalencia de la disfunción sexual femenina (DSF) en general es elevada, y oscila entre el 30 y el 60%, aunque en el periodo posparto puede elevarse hasta incluso el 80%. En cuanto a los factores que pueden asociarse al riesgo de DSF durante el período posparto, se hallan muchos factores fisiológicos, psicológicos y socioculturales que pueden afectar negativamente la función sexual de las mujeres. Así mismo, diversos factores que aparecen en torno al parto como el propio modo del parto, la cicatrización de la episiotomía y afectación del suelo pélvico, los loquios, la lactancia materna, el propio cuidado del recién nacido (RN), el estrés, el cansancio, el dolor o incluso trastornos como la depresión posparto, pueden desencadenar problemas sexuales a la mujer y a su pareja. Objetivos. Conocer y analizar la salud sexual de las mujeres puérperas que se encuentran en el 4º mes del periodo posparto, que han dado a luz en los hospitales de una provincia de sur de España. Objetivos específicos: 1. Conocer la prevalencia de las disfunciones sexuales. 2. Describir los factores de riesgo asociados a las disfunciones sexuales. 3. Determinar el tiempo que transcurre desde el parto y las primeras prácticas sexuales. 4. Determinar la relación entre el tipo de parto y traumas perineales y disfunciones sexuales de origen orgánico. 5. Conocer cómo influye la maternidad en la calidad de la relación de la pareja en términos de consenso, satisfacción, expresión afectiva y cohesión. 6. Conocer el efecto de la calidad de la relación de la pareja en la disfunción sexual. 7. Conocer el nivel de autoestima de la puérpera para determinar la relación entre ésta y la disfunción sexual. Metodología. Estudio observacional descriptivo transversal llevado a cabo en tres Centros de Salud de la zona básica de Córdoba (España), con mujeres puérperas que se encontraban en el 4º mes posparto, y que han dado a luz en hospitales de la provincia de Córdoba. El estudio se llevó a cabo entre enero de 2018 y mayo de 2020. La población de estudio la constituyeron puérperas citadas a una consulta programada en el 4º mes tras el parto realizada en atención primaria. Criterios de inclusión fueron: mujeres en periodo posparto que habían tenido un embarazo y parto únicos, a término (37-42 semanas de gestación, en adelante sg) y de bajo riesgo, por vía vaginal o cesárea. Se excluyeron partos múltiples y embarazos de alto riesgo. Para el estudio, las mujeres tuvieron que contestar de forma anónima a cuatro cuestionarios: Cuestionario de la Función Sexual de la Mujer, para valorar el riesgo de disfunción sexual en la mujer (Sánchez et al., 2004); Escala de Rosemberg, para valorar el nivel de autoestima (Atienza et al., 2000); Escala de Edimburgo, para valorar el riesgo de depresión posparto (Cox et al., 1987); y Escala de Ajuste Diádico para valorar la situación de la pareja en cuanto al ajuste de la misma (Spanier, 1976). Junto a los cuestionarios se entregó información oportuna y el documento de consentimiento informado. Se realizó un análisis descriptivo e inferencial de variables sociodemográficas, obstétricas, neonatales, psicológicas, y a las propias variables resultado extraídas de los cuestionarios, con el programa PASW Statistic versión 25. Las variables cualitativas se expresaron en número (n) y porcentajes (%), y las cuantitativas en media y desviación estándar (DE). Se realizaron pruebas de contraste de hipótesis aplicando los estadísticos correspondientes según el tipo de variable. Se utilizó el análisis de correlación de Pearson para comprobar correlaciones entre variables. Se calculó la OR cruda y posteriormente de forma ajustada mediante un análisis de regresión logística múltiple (RLM) para determinar las variables influyentes en el riesgo de padecer disfunción sexual. Se asumió un error α del 5% (p ≤ 0,05), mostrándose los valores exactos de “p” para cada estadístico. Resultados. Participaron un total de 77 mujeres (N = 77). La edad media ha sido de 32,10 años (±4,29). El 74% de las mujeres tuvieron un parto vaginal; de éstas un 58,4% tuvo un parto normal mientras que el 15,6% necesitó instrumentación del parto. En el 54,5% se practicó episiotomía. La mayoría de las mujeres declararon tener un nivel de autoestima alto (77,6%) y normal o medio (19,7%). Solo el 2,6% declaró poseer un nivel bajo de autoestima. El 16,9% (n=13) de las mujeres declararon no haber tenido actividad sexual durante las últimas 4 semanas. Los dominios de la función sexual más afectados fueron la ansiedad anticipada (65% de mujeres), seguido de problemas relacionados con la penetración (53%), la iniciativa sexual (53%), deseo sexual (33%), lubricación (31%), excitación (26%), orgasmo (25%), y en menor medida la satisfacción (23%) y comunicación sexual (14%). El 89,9% presentaron alteración en un solo aspecto de la función sexual, el 85,9% tuvieron dos aspectos alterados, y el 47% de las mujeres declararon tener alteradas al menos tres aspectos de la función sexual. El 79,6% de las mujeres presentaron alteraciones (puntuación menor o igual a 50% equivalente a trastorno grave y/o moderado) en al menos uno de los dominios considerados evaluadores de la función sexual: deseo, excitación, lubricación, orgasmo, penetración o ansiedad anticipada. Los trastornos en los distintos dominios de la función sexual se relacionaron con factores sociodemográficos como la edad, las mujeres con 35 o más años presentaron mayor porcentaje de trastornos en la iniciativa sexual; o como el nivel de estudios, que se asoció con problemas en la comunicación sexual, ya que las mujeres sin estudios universitarios presentaron mayor grado de trastorno que mujeres con estudios universitarios. La paridad se relacionó con problemas de lubricación, las primíparas presentaron mayor trastorno que las multíparas; además, las mujeres con cesárea presentaron mayor grado de trastorno con la penetración, y las mujeres con parto vaginal con episiotomía tuvieron menores problemas con la penetración; también un mayor peso del recién nacido (RN) se relacionó con problemas en la penetración; los procesos patológicos en el RN se relacionaron con mayor riesgo de comunicación y satisfacción sexual; las mujeres que dieron lactancia materna tuvieron mayor grado de trastorno en satisfacción con la actividad sexual; y las mujeres con un nivel medio bajo de autoestima tuvieron mayor grado de trastorno en comunicación y satisfacción. Estos factores no se asociaron a trastornos en el resto de dominios de la función sexual de la mujer. El análisis de correlación mostró que la dimensión de satisfacción se correlacionó con los aspectos ansiedad anticipada y satisfacción de la actividad sexual; así mismo, la expresión afectiva lo hizo con la penetración e iniciativa sexual. En el análisis de RLM, los factores que aparecieron asociados al riesgo de trastorno de la función sexual fueron la profesión, concretamente profesiones relacionadas con títulos académicos secundarios; tener una episiotomía, que en este caso aparece como factor protector ante el riesgo de la disfunción sexual, y peso del RN. Conclusión. La prevalencia de la disfunción sexual en este estudio fue del 79,6%. El 17% de las mujeres declararon no haber tenido actividad sexual durante las últimas 4 semanas. Los factores que mostraron asociación con trastornos en alguno de los aspectos que conforman la función sexual fueron: la edad materna ≥ 35 años, la primiparidad, el parto por cesárea, procesos patológicos del hijo, el nivel de autoestima medio-bajo y la lactancia materna. Además, según el modelo de RLM, el peso del RN, tener un parto vaginal sin episiotomía, y profesiones relacionadas con estudios secundarios, fueron factores que se relacionaron con el riesgo de DSF. Las mujeres con autoestima alta presentaron menor porcentaje de trastornos de la función sexual, concretamente en los dominios de comunicación y satisfacción con la actividad sexual. Solo un 25% presentaron un ajuste diádico bajo. La satisfacción en la pareja se correlacionó con los aspectos de ansiedad anticipada y satisfacción de la actividad sexual. Es necesario incidir en la investigación sobre los factores que afectan a la sexualidad de la mujer durante el periodo posparto dada la alta prevalencia de las disfunciones sexuales durante este periodo, y debido a que pueden constituir el origen de disfunciones sexuales que pueden permanecer en el tiempo y afectar a la salud física, sexual y psicológica de la mujer. Introduction. The postpartum period is characterized by a series of physical and emotional changes in women, as well as changes in their relationships and social interactions with friends and family. Sexual life after childbirth can be negatively affected resulting in sexual dysfunction, which in turn can impact on the physical and psychological health of the woman and her/his partner. The prevalence of female sexual dysfunction (FSD) in general is high, ranging from 30-60%, although in the postpartum period it can rise to as high as 80%. Regarding to the factors that might be associated with the risk of FSD during the postpartum period, there are many physiological, psychological and sociocultural factors that can negatively affect women's sexual function. Likewise, several factors which appear around childbirth such as the birth mode, episiotomy scarring and pelvic floor involvement, lochia, breastfeeding, newborn care, stress, fatigue, pain or even disorders, i.e., postpartum depression, can trigger sexual problems for the woman and her/his partner. Objectives. To know and analyze the sexual health of puerperal women who are in the 4th month of the postpartum period, who have given birth in hospitals in a province in southern Spain. Specific objectives: 1. To know the prevalence of sexual dysfunctions. 2. To describe the risk factors associated with sexual dysfunctions. 3. To determine the time that elapses since the birth and the first sexual practices. 4. To determine the relationship between the type of delivery and perineal trauma and sexual dysfunction of organic origin. 5. To know how motherhood influences the quality of the couple's relationship in terms of consensus, satisfaction, affective expression and cohesion. 6. To know the effect of the quality of the couple's relationship on sexual dysfunction. 7. To now the level of self-esteem of the puerperal woman to determine the relationship between it and sexual dysfunction. Methodology. Cross-sectional descriptive observational study carried out in three Health Centers in the basic area of Cordoba (Spain), with postpartum women who are in the 4th month postpartum, and who have given birth in hospitals in the province of Cordoba. The study was conducted between January 2018 to May 2020. The study population was constituted by postpartum women cited to a scheduled consultation in the 4th month after delivery performed in primary care. Inclusion criteria were postpartum women who had had a singleton pregnancy and birth, at term (37-42 weeks of gestation) and low risk, vaginally or by cesarean section. Multiple births and high-risk pregnancies were excluded. For the study the women had to answer anonymously to four questionnaires: Female Sexual Function Questionnaire, to assess the risk of sexual dysfunction in women (Sanchez et al., 2004); Rosemberg Scale, to assess the level of self-esteem (Atienza et al., 2000); Edinburgh Scale, to assess the risk of postpartum depression (Cox et al., 1987); and Dyadic Adjustment Scale to assess the couple's situation in terms of couple adjustment (Spanier, 1976). Along with the questionnaires, timely information and the informed consent document were given. A descriptive and inferential analysis of sociodemographic, obstetric, neonatal, psychological variables, and the result variables extracted from the questionnaires, was carried out with the PASW Statistic version 25 program. Qualitative variables were expressed in number (n) and percentages (%), and quantitative variables in mean and standard deviation (SD). Hypothesis testing was performed by applying the corresponding statistics according to the type of variable. Pearson's correlation analysis was used to test correlations between variables. The crude OR was calculated and subsequently adjusted by means of multiple logistic regression analysis (MLR) to determine the variables influencing the risk of suffering sexual dysfunction. An α error of 5% (p ≤ 0.05) was assumed, with exact "p" values shown for each statistic. Results. A total of 77 women (N = 77) participated. The mean age was 32.10 years (±4.29). Seventy-four percent of the women had a vaginal delivery; of these 58.4% had a normal delivery while 15.6% required instrumentation of the delivery. Episiotomy was performed in 54.5%. Most of the women reported having a high level of self-esteem (77.6%) and normal or midlevel (19.7%). Only 2.6% reported having a low level of selfesteem. 16.9% (n=13) of the women reported no sexual activity during the last 4 weeks. The domains of sexual function most affected were anticipatory anxiety (65% of women), followed by problems related to penetration (53%), sexual initiative (53%), sexual desire (33%), lubrication (31%), arousal (26%), orgasm (25%), and to a lesser extent satisfaction (23%) and sexual communication (14%). 89.9% had impairment in only one aspect of sexual function, 85.9% had two aspects impaired, and 47% of the women reported having at least three aspects of sexual function impaired. A total of 79.6% of the women had impairments (score less than or equal to 50%, equivalent to severe and/or moderate impairment) in at least one of the domains considered as evaluators of sexual function: desire, arousal, lubrication, orgasm, penetration or anticipatory anxiety. Disorders in the different domains of sexual function were related to sociodemographic factors such as age, with women aged 35 years or older presenting a higher percentage of disorders in sexual initiative; or the level of education, which was associated with problems in sexual communication, since women without university education presented a higher degree of disorder than women with university education. Parity was related to lubrication problems, with primiparous women presenting greater problems than multiparous women; in addition, women with cesarean section presented greater problems with penetration, and women with vaginal birth with episiotomy had fewer problems with penetration; also, greater newborn (NB) weight was related to problems with penetration; pathological processes in the NB were related to greater risk of sexual communication and satisfaction; women who breastfed had a greater degree of disorder in satisfaction with sexual activity; and women with a low average level of self-esteem had a greater degree of disorder in communication and satisfaction. These factors were not associated with disturbances in the other domains of women's sexual function. Correlation analysis showed that the satisfaction dimension correlated with anticipatory anxiety and satisfaction with sexual activity; likewise, affective expression correlated with penetration and sexual initiative. In the MLR analysis, the factors that appeared to be associated with the risk of sexual function disorder were profession, specifically professions related to secondary academic degrees; having an episiotomy, which in this case appears as a protective factor against the risk of sexual dysfunction, and weight of the newborn. Conclusión. The prevalence of sexual dysfunction in this study was 79.6%. Seventeen percent of the women reported not having had sexual activity during the last 4 weeks. The factors that showed association with disorders in any of the aspects that make up sexual function were: maternal age ≥ 35 years, primiparity, cesarean delivery, pathological processes of the child, medium-low level of self-esteem and breastfeeding. In addition, according to the RLM model, the weight of the NB, having a vaginal delivery without episiotomy, and professions related to secondary education, were factors that were related to the risk of DSF. Women with high self-esteem presented a lower percentage of sexual function disorders, specifically in the domains of communication and satisfaction with sexual activity. Only 25% presented low dyadic adjustment. Partner satisfaction was correlated with aspects of anticipatory anxiety and satisfaction with sexual activity. It is necessary to investigate the factors that affect women's sexuality during the postpartum period given the high prevalence of sexual dysfunctions during this period, and because they can constitute the origin of sexual dysfunctions that can remain over time and affect the physical, sexual and psychological health of the woman.