El Partido Republicano Federal en la prensa. Desde su origen hasta la proclamación de la Primera República Española
Author
Pino Abad, Miguel
Publisher
DykinsonDate
2024Subject
Partido Republicano FederalPrensa
Política
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Conviene recordar que el Partido Republicano Democrático Federal, también conocido como Partido Republicano Federal, fue creado tras el triunfo de la Revolución de septiembre de 1868 como continuación del Partido Demócrata, que había sido fundado en 1849. Extendió su influencia sobre todo por la zona mediterránea a partir de sus bastiones iniciales en Cataluña y Andalucía. A lo largo de octubre y noviembre de 1868, el Partido Demócrata celebró tres asambleas y en todas ellas se acordó apostar por la República Federal como la forma de gobierno más adecuada que debía sustituir a la monarquía. Por esta razón, paso a denominarse Partido Republicano Federal. Su primera cita con las urnas se produjo en las elecciones a Cortes Constituyentes de 15 de enero de 1869. Entre otros periódicos, en el Diario de Córdoba se publicó el interrogatorio que debían superar quienes se postulasen a ser candidatos del partido, lo que nos permite conocer la orientación ideológica y los principales objetivos que se marcó la nueva formación. En mayo, un mes antes de que se promulgara la Constitución, se firmó el “Pacto de Tortosa”, lo que permitió al partido dotarse de una estructura orgánica federal, según los antiguos reinos hispánicos que constituirían la república, todavía no definida. Cuando llegó el momento de la aprobación final de la Constitución, los diputados republicanos federales votaron bajo la fórmula de “acatamiento sin aceptación”, lo que significaba que acatarían todo lo que proviniese del sufragio universal, pero nada de lo que viniese de la Corona. Eran tiempos de inseguridad ideológica, sobre todo acerca de la forma en que debía articularse la Jefatura del Estado, como se indicó, por ejemplo, en los periódicos La paz. Noticias, avisos y fomento de la provincia de Murcia; La Correspondencia de España, El Menorquín, La Abeja Montañesa o La Alianza del Pueblo. Una de las cuestiones muy criticadas en la prensa fue la presunta alianza de ciertos sectores del partido con los independentistas cubanos. También gracias a la prensa se hizo público el manifiesto redactado por Emilio Castelar y firmado por cuarenta y nueve diputados republicanos, donde se expresaba que era para ellos el federalismo. A principios de 1870, en el periódico político satírico Gil Blas se advertía de la existencia en el seno del partido de dos tendencias que estaban en permanente lucha: una de hombres de doctrina y discusión; y otra de hombres de acción, que aspiraban a triunfar por la fuerza. Cuando en noviembre de 1870 las Cortes proclamaron a Amadeo I como nuevo rey de España hubo algún conato de insurrección, atajado por el directorio presidido por Pi y Margall, que hizo un llamamiento a la sensatez de los republicanos intransigentes. La ruptura interna entre “benevolentes” e “intransigentes” se intentó superar en la asamblea de 30 de abril. Se eligió otro directorio y también una comisión encargada de redactar un proyecto constitucional republicano federal. A pesar de los continuos esfuerzos del directorio, las discrepancias entre los republicanos siguieren siendo constantes. Como ejemplo, el 28 de julio se publicaba en la prensa que el partido en la ciudad de Cartagena no tomaría parte en las próximas elecciones de diputados a Cortes como tampoco en Santa Cruz de Tenerife. A finales de septiembre, los intransigentes reclamaban de los moderados que sacasen al partido del parlamento y al país del “pantano monárquico saboyano”. Felizmente, la llegada del nuevo año supuso un relevante giro en las luchas entre las facciones de los republicanos federales. Así, una semana antes de proclamarse la Primera República Española, se publicaba un manifiesto del grupo de los llamados “centrales”, que buscaban conciliar las posturas de benevolentes e intransigentes.