La natura analogica del bene: radice metafísica della libertà della scelta in Tommaso d'Aquino

View/ Open
Author
Bergamino, Federica
Publisher
UCOPressDate
2004Subject
Duns EscotoLibertad
Contingencia
Freedom
Contingency
METS:
Mostrar el registro METSPREMIS:
Mostrar el registro PREMISMetadata
Show full item recordAbstract
Duns Escoto, en razón del modo como las potencias activas actúan, distingue entre las potencias naturales y la voluntad. Las potencias naturales actúan determinada y necesariamente, cuando se cumplen las condiciones para hacerlo; la voluntad es indeterminada y se autodetermina a actuar. Por indeterminada, la voluntad puede querer actos contrarios y objetos contrarios, es decir, puede querer A y A y elige uno de los dos por si misma, se autodetermina, sin que nada exterior a ella la determine. La voluntad humana puede querer objetos contrarios con actos volitivos distintos y en tiempos distintos, debido a su imperfección y mutabilidad. La voluntad divina puede querer, con un único acto volitivo, objetos contrarios v.g. puede, al mismo tiempo, querer A y -A. En base a esta libertad de Dios, todo lo creado, orden físico o moral, es radicalmente contingente, es decir, es así pero puede ser de otra manera y/o dejar de ser. Por la potencia ordenada, Dios conserva el orden físico o moral establecido; por la potencia absoluta, Dios puede revocar ese orden y establecer, incluso temporalmente, otro distinto. El conocimiento divino de todo lo creado no puede ser un conocimiento necesario en el sentido de que sea imposible que A (que será) pueda no ser. Consecuencia de la contingencia radical de las acciones divinas es que 'un predestinado puede condenarse'. Duns Scotus, due to the way active potencies act, distinguishes natural potencies from Will. Natural potencies, if all requisites are fulfilled, act determinately and necessarily; Will, on the contrary, is indeterminate and determines itself to act. Because of its indeterminacy, Will can choose contrary acts and contrary objects, that is, can choose A and -A. It chooses by itself one of both, it determines itself and nothing external determines it. Human will, due to its imperfection and mutabililty, can choose contrary objects with different willing acts and in different times. Divine will can, with one and the same willing act, choose simultaneously contrary objects, that is, A and -A. Given this divine freedom, all creatures -including physical or moral order- are deeply contingent, that is, they are in this way but they can be either otherwise or not to be. By His ordinate potency, God keeps the established physical and moral order; by His absolute potency, God can revoke this order and establish another, even temporarily. Divine knowledge of the created things that will be, cannot be a necessary knowledge meaning that it is impossible for A (that will be) not to be able to be. As a consequence of this contingency, 'a predestinate can be condemned'.