The relationship betwee pharmacological treatment and genetic polymorphism with clinical and structural severity ankylosing spondylitis
Relación entre el tratamiento farmacológico y los polimorfismos genéticos con la gravedad clínica y estructural en la espondilitis anquilosante

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Author
Schiotis, Ruxandra Elena
Director/es
Buzoianu, Anca DanaCollantes Estévez, Eduardo
Simion, Simon
Publisher
Universidad de Córdoba, Servicio de PublicacionesDate
2014Subject
Espondilitis anquilosanteAnkylosing spondylitis
Tratamiento farmacológico
Pharmacologic treatment
Tratamiento no farmacológico
Non pharmacologic treatment
Polimorfismo genético
Genetic polimorphisms
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La espondilitis anquilosante (EA) se caracteriza por una estrecha relación entre la inflamación y los fenómenos de la formación de hueso cuyo despliegue es sólo parcialmente conocido. La característica de la enfermedad es la ubicación particular del proceso inflamatorio que tiene el punto de partida en las entesis (la inserción de los tendones, los ligamentos y la cápsula articular al hueso), diferente de otros reumatismos inflamatorios que provocan la inflamación directa de la cápsula articular generando erosiones y destrucción de la articulación. Por lo tanto, en EA se destaca la tendencia de la fibrosis y la formación de hueso nuevo.
La patogénesis de la enfermedad no es suficientemente bien comprendida. Mecanismos mediados inmunes son sugeridos de los hallazgos histológicos inflamatorios en los tejidos afectados, por los niveles séricos elevados de reactantes de fase aguda y la estrecha relación con el antígeno HLA-B27.
Los signos clínicos de la enfermedad puede variar desde una leve rigidez en la columna hasta una columna vertebral completamente inmóvil, con posible daño grave concomitante a las caderas, hinchazón de las articulaciones periféricas, o la presencia de las manifestaciones extra-articulares. Se encontró que sólo un 50% de los pacientes con enfermedad activa tienen un aumento del nivel de proteína C-reactiva (PCR) y aumento de la velocidad de sedimentación globular (VSG). Por otra parte, los estudios han mostrado una falta de correlación entre los signos clínicos de la actividad de la enfermedad (dolor de espalda nocturno, rigidez matutina) con valores de PCR y VSG.
La variabilidad marcada en la gravedad de la presentación clínica de los pacientes con EA puede estar relacionada con la variabilidad en la contribución de los factores genéticos implicados en la enfermedad. Los estudios familiares han sugerido que el HLA-B27 contribuye con sólo un 40% del riesgo total de enfermedad. Así, en los últimos años, las mejorías en el genotipado y el diseño de los estudios han revolucionado el campo de la genética de las enfermedades comunes, que tuvieron un gran impacto en la EA. Por lo tanto, se han identificado 13 genes distintos de HLA-B asociados con el riesgo de enfermedad. Además, los estudios de asociación genómica han revelado loci no-MHC responsable de la susceptibilidad para EA y otras espondiloartropatías.
El objetivo de tratamiento farmacológico en EA se dirige, por un lado, en controlar los signos y síntomas de la enfermedad (actividad de la enfermedad) y por otro en mantener la función física del paciente con el fin de prevenir la destrucción estructural (progresión radiológica de la enfermedad) con el objetivo de aumentar la calidad de vida de los pacientes y mantener su inserción socio-económico. Por lo tanto, en la práctica clínica para la supervisión de la enfermedad se utilizan los parámetros validados internacionalmente tales como BASDAI (Bath Ankylosis Spondylitis Disease Activity Index), BASFI (Bath Ankylosing Spondylitis Functional Index), BASRI (Bath Ankylosing Spondylitis Radiological Index), ASDAS (Assessment of SpondyloArthritis International Society), mSASSS (modified Stoke Ankylosing Spondylitis Spine Score).
Las únicas clases de fármacos que han demostrado su eficacia en el control de manifestaciones de la enfermedad son los anti-inflamatorios non-esteriodeos (AINEs) y los agentes biológicos anti-TNF-alfa. Sin embargo, según los estudios publicados 30-40% de los pacientes no lograron el control clínico de la enfermedad, incluso con esta ultima nueva clase farmacológica, en la que la genetica probablemente juega un papel importante.