Bases temperamentales del sentido del humor y actividad de la enfermedad en pacientes con espondilitis anquilosante y artritis reumatoide

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Author
Delgado Domínguez, Carlos Jesús
Director/es
Collantes Estévez, EduardoCarretero Dios, Hugo
Publisher
Universidad de Córdoba, UCOPressDate
2016Subject
Espondilitis anquilosanteArtritis reumatoide
Enfermedades reumatológicas
Factores psicosociales
Sentido del humor
Alegría
Bienestar físico
Bienestar emocional
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Los factores psicológicos son a menudo considerados en la evaluación y tratamiento de de patologías crónicas de distinta índole. Centrándonos en el campo de las enfermedades reumatológicas, y más en concreto en la espondilitis anquilosante y artritis reumatoide, habría que subrayar que su variada sintomatología (e.g., pérdida de la movilidad, dolor crónico, agotamiento físico, etc.) acaba teniendo un gran impacto en el funcionamiento diario del paciente y por tanto en su calidad de vida (social, familiar, laboral, etc.). Esto, junto a la imposibilidad de curación de ambas enfermedades, así como a la efectividad parcial de los tratamientos utilizados, ha hecho que se ponga especial atención en otros factores no meramente biomédicos y que pueden aliviar o empeorar los síntomas asociados a dichas patologías. Es en este punto donde hay una creciente evidencia sobre la importancia de los factores psicológicos en el ajuste del paciente a las limitaciones físicas así como al dolor crónico derivado de ambas enfermedades, destacándose incluso algunas variables psicológicas, como la ansiedad y la depresión, por su alto impacto sobre la respuesta al tratamiento de pacientes con dichas patologías.
La investigación sobre la influencia que los factores psicológicos tienen en ambas patologías se ha centrado principalmente en variables psicológicas de valencia negativa (e.g. ansiedad, depresión o estrés). Esto es debido a la sintomatología característica de dichas patologías, donde el dolor crónico genera una alta emocionalidad negativa durante largos períodos de tiempo. Sin embargo, a la hora de estudiar los factores psicológicos asociados a la espondilitis anquilosante o la artritis reumatoide, no puede obviarse que en las últimas décadas de investigación, y muy especialmente dentro de la disciplina de la Psicología, puede observarse un interés creciente no sólo por la eliminación o reducción del malestar físico o psicológico vinculado a problemas de salud, etc., sino también por la potenciación de dicha salud y de los aspectos que favorecerían una mejores condiciones vitales. Dicho de otra manera, ¿qué variables psicológicas podrían proteger contra la enfermedad? ¿Qué factores psicológicos contribuyen a un mejor afrontamiento de la espondilitis anquilosante y la artritis reumatoide? Dentro de esta área de estudio, una de las líneas de investigación que ha generado mayor interés en los últimos años es la del análisis de las variables psicológicas que podrían influir en la percepción que tienen los pacientes sobre el estado de su enfermedad. Es decir, qué factores influyen en que por ejemplo pacientes con un mismo nivel de daño articular y actividad de la enfermedad difieran ampliamente en sus respuestas de salud auto-informadas en cuanto a funcionalidad, actividad de la enfermedad y la severidad de los síntomas.
Aunque existen evidencias que indican que distintos rasgos afectivos, ya sean de carácter positivo o negativo, tal y como la depresión, la preocupación crónica, o el optimismo, pueden influir en la salud física de las personas, y en la percepción subjetiva de la propia enfermedad, aún existe importantes lagunas sobre la aportación que podrían tener ciertas variables psicológicas. En este sentido, cabe destacar los esfuerzos por clarificar el impacto del sentido del humor de las personas en variables directamente relacionadas con su salud física y psicológica [11], y más en concreto analizando el sentido del humor como rasgo de personalidad. Bajo este objetivo de investigación, quizá la aproximación que más atención ha recibido ha sido la propuesta realizada por el grupo de investigación del profesor Willibald Ruch, a través de la cual más que investigar el sentido del humor en sí mismo se han intentado aislar empíricamente las bases afectivas y cognitivas del sentido del humor. En dicha propuesta se delimitan la dimensiones de alegría (cheerfulness en su denominación original) y mal humor (bad mood en su denominación original) como disposiciones afectivas al sentido del humor, y la seriedad (seriousness en su denominación original) como la disposición cognitiva, siendo esta última disposición conceptualizada como una forma de concebir el mundo, como una actitud ante éste. Dentro de las investigaciones realizadas para estudiar el efecto de las bases afectivas y cognitivas del sentido del humor sobre la salud física y psicológica, se ha podido constatar que la dimensión de mayor importancia en este sentido es la alegría (cheerfulness), tanto en su manifestación estado (alegría experimentada en un momento determinado) como rasgo (tendencia general a experimentar alegría más allá de contextos o situaciones concretas). Concretamente, en el ámbito de estudio del dolor crónico existen estudios científicos en los que se ha encontrado que la sensibilidad al dolor puede llegar a reducirse momentáneamente ante la ocurrencia de episodios de alegría intensos. De igual forma, una mayor tendencia a la alegría rasgo se ha visto asociada a una disminución de estados afectivos negativos como la depresión o la preocupación crónica, a la vez que promueve otros rasgos afectivos positivos tales como la vitalidad, la capacidad de atención y la serenidad contribuyendo de esta manera a la mejora del bienestar emocional.