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dc.contributor.advisorToro Rojas, Marianoes_ES
dc.contributor.authorOrtega Salas, Rosa Maríaes_ES
dc.date.accessioned2009-03-10T08:51:52Z
dc.date.available2009-03-10T08:51:52Z
dc.date.issued2008
dc.date.submitted2004-02-13
dc.identifier.isbn9788478019175
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10396/272
dc.description.abstractHemos estudiado, de forma retrospectiva, las características epidemiológicas, morfológicas e inmunohistoquímicas de 400 tumores de las glándulas salivares. La clasificación diagnóstica utilizada ha sido la de Ellis y Auclair (AFIP 1995). Los tumores de las glándulas salivares de nuestras serie son neoplasias que afectan con mayor frecuencia a pacientes entre 30 y 60 años de edad; en los pacientes con tumores benignos, la edad es significativamente menor que los que presentan turmores malignos. La glándula parótida ha sido la localización más frecuente, tanto para los tumores benignos como para los malignos; en segundo lugar se encuentran en las glándulas salivares menores del paladar. El adenoma pleomorfo ha sido el tumor más frecuente en términos absolutos y, por supuesto, entre los tumores benignos; el carinoma epidermoide lo ha sido de los tumores malignos. La estructura histológica más comúnmente descrita ha sido la de tipo mixto, con tendencia a la formacion de glándulas y nidos tumorales. La celularidad mioepitelial y la inflamatoria han estado presentes en una elevada proporción de neoplasias. La relación cuantitativa entre parénquima y estoma está a favor del componente parenquimatoso en los tumores malignos y de foma inversa en los benignos. Las atipias celulars se han presentado tanto en los tumores benignos como en los malignos, pero las figuras de mitosis han resultado características de malignidad. La secreción de moco, el infiltrado inflamatorio y la fibrosis se relacionan de forma significativa con los tumores malignos: por el contrario, la presencia de mucoplisacáridos y de cápsulas tumoral lo han hecho con los de tipo benigno. El adenoma pleomorfo, presenta un gran contenido estromal de mucoplliscáridos, pero han sido poco relevantes los elementos osteocondroides y los escamosos. Los mioepiteliomas se han localizado en las glándulas salivares menores del paladar en la mitad de los casos, han sido de predominio plasmocitoide y carentes de cäpsula. Los tumores de Warthin y los cistadenomas, en ocasiones, pueden desarrollarse a partir de restos epiteliales incluidos en los ganglios linfáticos intraparotídeos. El carcinoma mucoepidermoide ha sido el tercer tumor en frecuencia de los tumores malignos y su localización preferente han sido las glándulas salivares menores del paladar. Los adenocarcinomas"sin otras especificaciones" de nuestra serie han mostrado un importante componente inflamatorio y un claro patrón infiltrativo, junto a un alto índice mitótico y nivel de pleomorfismo celular, con tendencia a la invasión vascular y perineural, criterios no muy frecuentemente encontrados en la literatura. El carcinoma adenoide quístico ha mostrado una considerable proporción de mucopolisacáridos. El carcinoma epidermoide ha supuesto un porcentaje de casos muy superior al reflejado por otros investigadores. No es posible separarlo del que afecta de una forma secundaria a las glándulas salivares si la evidencia clínica del tumor de origen en negativa. En dos de nuestros casos encontramos una patrón pseudoglandular con imágenes de acantolisis celular, un hallazgo escasamente aportado por otros grupos. El carcinoma epitelial-mioepitelial es el origen del adenocarcinoma de células claras, representando este último una fase muy evolucionada del primero. Desde el punto de vista histogenético y, en base a los resultados inmunohistoquímicos obtenidos en nuestra serie, las células clara proliferantes en este tumor, son de origen mioepitelial. El adenocarcinoma de células claras debe distinguirse de las variantes de células claras de otras neoplasias. La aportación de las técnicas de inmunohistoquímica ha resultado esencial en su diferenciación. El carcinoma ductal ha mostrado un importante pleomorfismo celular y un estroma denso y rico en células inflamatorias en los tumores de nuestra serie. En base a los resultados obtenidos y desde el punto de vista semántico, se debe cambiar la denominación de algunas entidades tumorales: El adenocarcinoma de células basales y el adenocarcinoma de células claras que en su crecimiento no forman glándulas, deben denominarse "carcinoma de células basales" y "carcinoma de células claras", respectivamentees_ES
dc.format.mimetypeapplication/pdfes_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherUniversidad de Córdoba, Servicio de Publicacioneses_ES
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/es_ES
dc.subjectCánceres_ES
dc.subjectGlándulas salivareses_ES
dc.titleEstudio anatomopatológico de los tumores de las glándulas salivareses_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises_ES
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES


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