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dc.contributor.advisorGonzález López, Ignacio
dc.contributor.advisorLeón Huertas, Carlota de
dc.contributor.authorEslava Suanes, María Dolores
dc.date.accessioned2019-05-15T07:58:40Z
dc.date.available2019-05-15T07:58:40Z
dc.date.issued2019
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/10396/18560
dc.description.abstractLa carente regularización de la educación social como profesión ha derivado en condiciones de inseguridad laboral, falta de reconocimiento profesional, intrusismo laboral, desconocimiento de las funciones y competencias de los educadores y educadoras sociales, así como dificultades a la hora de delimitar conceptualmente funciones, competencias y áreas de acción socioeducativas (López Jiménez, Navarro-Segura y Torras Genís, 2017). Asimismo, es percibido por las y los propios profesionales que la modificación de los planes de estudio al EEES supuso un cambio estructural sin tener incidencia en el reconocimiento identitario y social de sus competencias, así como en la disposición de éstas como mecanismo de enlace entre el ámbito académico y el profesional (Gómez Sánchez y Rumbo Arcas, 2018). En esta investigación no se cuestiona que la formación de los educadores y educadoras sociales deba ir orientada hacia la formación en competencias profesionales, ya que como indican Pallisera, Fullana, Planas y del Valle (2010), son éstas las que promueven el desarrollo de una serie de conocimientos, procedimientos y actitudes que llevan al alumnado a saber hacer y estar apto y capacitado para el desempeño de la profesión. Sin embargo, se aborda la necesidad de determinar el perfil competencial del educador o educadora social con la finalidad de acompasar la formación universitaria, concretada en los planes de estudio del título de Graduado o Graduada en Educación Social, a las demandas formativas de los propios educadores y educadoras sociales, es decir, una formación universitaria que no sólo garantice la formación de ciudadanos críticos y reflexivos, sino que facilite la incorporación al mercado laboral a través de la capacitación para el desempeño eficaz de sus funciones. Dicho esto, el objetivo de esta investigación es diseñar el perfil competencial del profesional de la educación social teniendo dos referentes claves: el ámbito académico, como aportador del marco científico y epistemológico al que se incorporan las teorías construidas en la práctica, y el ámbito profesional, a fin de llenar de evidencias y pragmatismo el diseño de un perfil competencial. Como se puede leer entrelíneas, la motivación que hace posible esta investigación es contribuir de manera sistemática, rigurosa y científica, a través de elementos de análisis de la profesión como es la definición del perfil competencial, al reconocimiento de ésta. La investigación se presenta como un estudio mixto, exploratorio, secuencial y multifásico que, dando respuesta a cuatro objetivos, se estructura en cuatro fases: • La primera fase supone la realización de un estudio documental comparativo de los planes de estudio del título de Graduado o Graduada en Educación Social en España a través del cual se genera la primera taxonomía de competencias. • La segunda fase supone la validación del modelo competencial diseñado en la fase previa por parte de un juicio de expertos y expertas de ámbito nacional, concluyendo en la modificación del perfil competencial diseñado inicialmente. • La tercera fase se corresponde con la validación del modelo competencial, derivado de la segunda fase, a través de grupos de discusión con educadoras y educadores sociales en ejercicio. • Finalmente, la cuarta fase implica la valoración del carácter profesionalizador del modelo competencial por parte de un panel de expertos y expertas internacional. El estudio concluye con un análisis de la situación actual de la educación social en el que se determina que la falta de reconocimiento profesional y el carente consenso en su definición dificulta la delimitación de funciones y competencias profesionales. Al mismo tiempo, los y las profesionales perciben que la formación universitaria actual no favorece la empleabilidad del alumnado ni garantiza el desempeño eficaz de las competencias desarrolladas. En definitiva, fruto de las cuatro fases de investigación, se propone un perfil competencial que orienta el modo en el que se debe desarrollar la formación del educador o educadora social.es_ES
dc.description.abstractL'absence de régularisation de l'éducation sociale, considérée comme profession, s’est traduite par des conditions d'insécurité de l'emploi, de manque de reconnaissance professionnelle, de personnes qui exercent sans diplômes dans la discipline, de méconnaissance des fonctions et des compétences des éducateurs sociaux, ainsi que par des difficultés de définition conceptuelle des fonctions, des compétences et des domaines d'action socio-éducatifs (López Jiménez, Navarro-Segura et Torras Genís, 2017). De plus, les professionnels eux-mêmes se rendent compte que la modification des programmes d’études de l'EEES implique un changement structurel, mais qui reste sans incidence sur la reconnaissance identitaire et sociale de leurs compétences, ni sur leurs effets comme mécanismes reliant les domaines académiques et professionnels (Gómez Sánchez et Rumbo Arcas, 2018). Cette recherche ne conteste pas que la formation des éducateurs sociaux doive être orientée vers la formation de compétences professionnelles, car, comme l'indiquent Pallisera, Fullana, Planas et del Valle (2010), ces compétences favorisent le développement d’une serie de connaissances, de procédures et d’attitudes qui permettent aux étudiants l’élaboration d’un savoir-faire ainsi la possibilité d’être aptes et qualifiés en vue de l’exercice de leur profession. Cependant, la recherche aborde la nécessité de déterminer le profil de compétences des éducateurs sociaux afin d’adapter la formation universitaire, concrétisée dans les programmes du diplôme de licence en Éducation Sociale, aux exigences de formation des éducateurs eux-mêmes, c’est-à-dire forger une formation universitaire qui non seulement garantit la formation de citoyens critiques et réflexifs, mais qui facilite également l’intégration au marché du travail par le biais d’une formation leur permettant d’exercer efficacement leurs fonctions. Ceci dit, l’objectif de cette recherche est de conceptualiser le profil de compétences du professionnel en éducation sociale, prenant en compte deux références clés: la sphère académique, qui apporte le cadre scientifique et épistémologique auquel s’intègrent les théories construites par la pratique, et la sphère professionnelle, afin de construire un profil de compétence à partir de preuves empiriques et de façon pragmatique. Comme on peut le lire entre les lignes, le but de cette recherche est de contribuer à la reconnaissance de cette profession au travers de la conception du profil de compétence de celle-ci, par le biais d’une étude systématique, rigoureuse et scientifique. La recherche est une étude mixte, exploratoire et séquencée en plusieurs phases (ou « multiphases »), répondant à quatre objectifs, structurés en quatre temps : • La première phase comprend une étude comparative, sur la base de documents, des programmes d’études du diplôme de licence en Éducation Sociale en Espagne, au travers de laquelle une première taxonomie des compétences est générée. • La deuxième phase comprend la validation du modèle de compétences conçu lors de la première phase grâce au jugement d'expert(e)s nationaux, aboutissant à la modification du profil de compétences initialement conçu. • La troisième phase est la validation du modèle de compétences, issu de la deuxième phase, par le biais de groupes de discussion avec des éducateurs sociaux en exercice. • Enfin, la quatrième phase comprend l’évaluation du caractère professionnalisant du modèle de compétences par un panel d’expert(e)s internationaux. L'étude se termine par une analyse de la situation actuelle de l'éducation sociale, où il est déterminé que le manque de reconnaissance professionnelle et l’absence de consensus dans sa définition entravent la délimitation des fonctions et des compétences professionnelles. En même temps, les professionnels sentent que la formation universitaire actuelle ne favorise pas l'embauche des étudiants ni ne garantit l’utilisation efficace des compétences développées. En bref, un profil de compétences est proposé à partir des quatre phases de recherche, guidant la manière dont la formation des éducateurs sociaux devrait être développée.es_ES
dc.format.mimetypeapplication/pdfes_ES
dc.language.isospaes_ES
dc.publisherUniversidad de Córdoba, UCOPresses_ES
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/es_ES
dc.subjectEducación sociales_ES
dc.subjectEducadores socialeses_ES
dc.subjectCompetencias profesionaleses_ES
dc.subjectIdentidad profesionales_ES
dc.subjectPerfil competenciales_ES
dc.titleDiseño del perfil competencial de la profesión de la educación sociales_ES
dc.title.alternativeDesigning a profile of competences for social education professionalses_ES
dc.title.alternativeConception du profil de compétence de la profession d’éducation socialees_ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/doctoralThesises_ES
dc.rights.accessRightsinfo:eu-repo/semantics/openAccesses_ES


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