La patente en la Unión Europea: protección de la actividad inventiva, desarrollo económico y mercado único
Autor
Llagas Gelo, Fernando
Director/es
Casado Raigón, José-MaríaReifs López, Magdalena
Editor
Universidad de Córdoba, Servicio de PublicacionesFecha
2013Materia
Unión EuropeaPatentes
Mercado Único Europeo
Propiedad Industrial
Propiedad Intelectual
I+D+i
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1. Introducción, objetivos y consideraciones metodológicas.
1.1. Introducción.
La patente es la manifestación más acabada de la protección de los derechos de
propiedad industrial. No resulta fácil explicar en qué consiste una patente, una marca o
un diseño industrial, manifestaciones todas ellas de títulos de propiedad industrial,
porque son conceptos a los que se pueden hacer aproximaciones desde varias
perspectivas: jurídicas, económicas, y técnicas, esencialmente. La patente, el derecho
de propiedad industrial que reconoce y protege contenidos más materiales, los
resultados de la actividad inventiva, forma parte de la vida cotidiana, de tal manera que
muchos, si no todos, de los objetos que utilizamos, contienen o han tenido tras de sí
un número importante de patentes y por ende un notable esfuerzo inventivo que ha
conformado su concepción y desarrollo y que ha de ser objeto de protección ya que
suponen sin duda la parte más valiosa de cualquier utensilio que contenga en sí una
determinada tecnología.
Las patentes son derechos en los que el Estado reconoce a su titular una propiedad
sobre una determinada tecnología que el inventor hace patente en un concreto
invento, otorgándole a su titular un monopolio de explotación sobre dicho conocimiento
en el mercado, al tiempo que le exige por ello el cumplimiento de una serie de
obligaciones. Las primeras noticias sobre derechos resultados de la invención de las
que se tiene constancia en nuestro entorno datan de los siglos XIV y XV, época en la
que empezó a desarrollarse el comercio. Tradicionalmente se ha tomado como primer
privilegio de invención conocido en el mundo el otorgado en 1421 por la República de
Florencia a Brunelleschi para una "barcaza con grúa para el transporte de mármol",
aunque antes, en 1416 el Consejo de Venecia ya otorgó a Franciscus Petri, de la isla
de Rodas, un monopolio exclusivo por 50 años para que nadie, excepto él y sus
herederos, pudiera construir un determinado tipo de "máquinas para majar y abatanar
tejidos". Fue en 1474 cuando se publicó en Venecia la primera Ley que iba a regular
estos privilegios. En cierto modo, fue la primera ley de patentes, y vio la luz
precisamente en Europa, la misma que hoy en día se ha procurado un mercado único
pero es incapaz de dotarse de una norma común para proteger la actividad inventiva.
Con ligeros matices, alguno de ellos ciertamente no exento de gran trascendencia
jurídica o económica, la conformación jurídica de una patente es similar en todos los
ordenamientos jurídicos modernos. Una patente, como hemos dicho, es un título de
propiedad industrial que otorga el Estado generalmente mediante una oficina pública a
determinadas invenciones. Éstas han de tener novedad, ser el resultado de una cierta...